Centro Cultural Clavijero

🎨 El Coloso de Cantera y Cultura ✨

Justo al lado de la Biblioteca (su antiguo templo) y colindando con el Mercado de Dulces (su antiguo huerto), se alza el edificio que completa este tridente histórico: el majestuoso Palacio Clavijero.

Si creías que los edificios en Pátzcuaro eran antiguos, espera a ver esto. Es considerado la mayor edificación de la orden jesuita en todo México. Al entrar, su enorme patio cuadrado rodeado de siete arcos por lado te hará sentir pequeño; es el escenario perfecto para esa foto panorámica que estabas buscando. 📸

🔭 Cuna de Mentes Brillantes Construido a mediados del siglo XVII en estilo barroco, este lugar nació como el Colegio Jesuita de San Francisco Xavier. No era una escuela cualquiera; en su época contaba con observatorios astronómicos, laboratorios y una biblioteca envidiable.

Aquí la historia pesa:

• El Maestro: Debe su nombre actual al ilustre Francisco Xavier Clavijero, historiador y filósofo que impartió cátedra en estas aulas.

• El Alumno: ¿Te suena Miguel Hidalgo y Costilla? El Padre de la Patria caminó por estos pasillos cuando era joven estudiante, absorbiendo las ideas que más tarde cambiarían a México.

🔄 De Correccional a Centro de Arte Como muchos edificios de Morelia, este palacio tuvo mil usos tras la expulsión de los jesuitas en 1767. Fue desde correccional para sacerdotes (¡sí, leíste bien!) hasta sede del Congreso de Michoacán en 1824 y oficinas del Registro Civil en los años 70.

Sin embargo, en febrero de 2008, recuperó su dignidad y vocación educativa al renacer como el Centro Cultural Clavijero (CCC).

🖼️ El Epicentro del Arte en Michoacán Hoy en día, este es un espacio dinámico de clase mundial. Sus salas han albergado obras de gigantes como Diego Rivera, Francisco Toledo, Javier Marín y Feliciano Béjar. Siempre hay algo sucediendo aquí: desde exposiciones de vanguardia hasta festivales de cine y música organizados junto con la Universidad Michoacana.

📍 ¿Por qué visitarlo desde Pátzcuaro? Porque es el complemento cosmopolita a tu experiencia purépecha. Mientras en Pátzcuaro te sumerges en la tradición viva y ancestral, en el Clavijero disfrutas del “alto arte” y la gestión cultural contemporánea en un marco virreinal impresionante. Es gratuito (o de costo muy bajo) y te tomará una hora recorrer sus exposiciones antes de volver a tu refugio en el lago.