
Dirección
Quiroga, Michoacán, México.
GPS
19.663851385166, -101.52053833008
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A solo unos minutos de Pátzcuaro, la comunidad de Quiroga se transforma cada primer domingo de julio para vivir una de las celebraciones de fe y reencuentro más intensas de Michoacán. La Fiesta de la Preciosa Sangre de Cristo no es solo una ceremonia religiosa; es el ancla que une a la diáspora quiroguense dispersa por el mundo, siendo una fecha tan venerada como la Navidad.
El Arte Sagrado y el Cristo de Pasta de Caña
La devoción en Quiroga se centra en una imponente imagen de Cristo Crucificado. Su singularidad radica en su manufactura: fue elaborada en la técnica ancestral de la pasta de caña de maíz (Tatzingueni), el mismo material sagrado perfeccionado en la Ribera del Lago de Pátzcuaro en el siglo XVI. Esta pieza monumental vincula directamente a Quiroga con la raíz del arte sacro michoacano.
Aunque Quiroga (antiguo Cocupao) tiene como patrón histórico a San Diego de Alcalá (cuya veneración se remonta a la época de Don Vasco de Quiroga), la Preciosa Sangre es el patrono que convoca al gran retorno anual.
La Peregrinación de los Cuatro Puntos Cardinales
El elemento más conmovedor de esta fiesta es la peregrinación. Miles de fieles entran al pueblo organizados desde los cuatro puntos cardinales. Este ritual de entrada es un poderoso eco de la antigua cosmovisión purépecha que veía la cruz como el centro del universo. Al acercarse los contingentes, acompañados por bandas de música, la emoción desborda las calles. El momento en que los grupos se interceptan es de abrazos, lágrimas y llanto, mientras todas las bandas, unidas, tocan la misma melodía, sellando el reencuentro con su tierra natal.
Misticismo y el Rito de la Lluvia
Desde la madrugada, las calles se llenan de penitentes que, con la fe como motor, se dirigen a la iglesia. Por la tarde, la procesión con la pesada imagen del Cristo crucificado recorre el pueblo.
La fiesta tiene una característica legendaria: la crónica local asegura que cada año, sin excepción, llueve durante el recorrido vespertino. Este fenómeno meteorológico no es visto como un impedimento, sino como una bendición purificadora o un acto de penitencia divina que, lejos de mermar la participación, intensifica la devoción de los miles de feligreses que acompañan a la imagen hasta el anochecer.
Quiroga, hoy centro comercial y artesanal de la región, vive en esta fiesta su corazón más auténtico, preservando las danzas tradicionales heredadas de sus abuelos indígenas y españoles.
