Ubicación:Tacámbaro

🥑 Tacámbaro: Historia, Clima y el Balcón de Tierra Caliente

¿Sientes un poco de frío en Pátzcuaro? ¿Se te antoja un cambio de aire? A menos de una hora de distancia, te espera un paraíso de clima templado, historia y leyendas: Tacámbaro Pueblo Mágico.

Conocido como el “Balcón de Tierra Caliente”, este destino ofrece el contraste perfecto para tu viaje. Aquí, el bosque de pino se funde con la vegetación tropical. Al caminar por sus calles, fíjate en los grandes aleros de sus tejados; no son solo adornos, son una herencia arquitectónica diseñada para proteger a los caminantes del sol y la lluvia, regalándote una de las estampas más pintorescas de Michoacán.

📜 Un Pueblo con Historia de Capital Tacámbaro no es un pueblo improvisado; tiene linaje. Fundado alrededor de 1535, su verdadera transformación urbana ocurrió en 1706, cuando Fray Francisco de Fonseca trazó las calles que hoy caminas, introdujo el agua e impulsó el comercio, dándole forma al pueblo colonial que disfrutamos hoy.

La resiliencia está en su ADN. Tras quedar en ruinas después de la Independencia (1822), fueron sus propios pobladores quienes lo levantaron piedra a piedra.

¿Sabías qué? 🧐 ¡Tacámbaro fue la Capital de Michoacán! Ocurrió brevemente a finales de 1919, durante la Revolución, cuando el gobernador Gral. Gertrudis Sánchez estableció aquí los poderes estatales antes de trasladarlos a Nocupétaro. Estás pisando suelo de caudillos y estrategia.

🚙 La Ruta: Un viaje escénico Llegar es parte de la aventura. El trayecto desde Pátzcuaro es un espectáculo visual.

– En Auto: Toma la carretera hacia Opopeo y sigue los señalamientos. En solo 45 a 55 minutos, verás cómo el paisaje se transforma: dejarás atrás los altos pinos para entrar en un corredor verde de huertas de aguacate. ¡Baja las ventanillas y siente el cambio de temperatura!

– Transporte Público: Las combis y autobuses salen frecuentemente desde la Central de Autobuses de Pátzcuaro o desde el libramiento.

✨ Tu visita es el complemento ideal a tu estancia en la zona lacustre. Vienes a Tacámbaro a perderte en sus callejuelas, a descubrir catedrales resilientes, a refrescarte en sus albercas volcánicas y, por supuesto, a probar la gastronomía local bajo el agradable clima que perdura todo el año.