
Dirección
Lázaro Cárdenas 1, Santiago, 60490 Nuevo San Juan Parangaricutiro, Michoacán, México.
GPS
19.41648909235, -102.12822496891
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Donde la Fe Detuvo al Volcán 🌋✝️
Más allá de sus fiestas, Nuevo San Juan Parangaricutiro guarda una historia de origen y una arquitectura que te dejarán sin aliento. Aquí la historia se divide en dos: antes y después de la lava, pero unida siempre por una misma imagen.
📜 La Leyenda del Peregrino Misterioso Todo comenzó en 1597, cuando un viajero desconocido llegó al antiguo pueblo buscando posada. Al marcharse, dejó tras de sí un regalo que cambiaría la historia de la región: tres cristos de pasta de caña (técnica indígena ancestral) de una belleza inusual. El forastero desapareció sin cobrar y sin dejar rastro. La comunidad, al ver la expresión de paz de la imagen elegida, lo interpretó como una señal del cielo. Desde entonces, el Señor de los Milagros se convirtió en el guardián espiritual de la meseta purépecha. ✨
🌋 El Viejo Templo: Testigo de Piedra No puedes entender la devoción de este lugar sin visitar las Ruinas del Viejo San Juan. En 1943, el nacimiento del Volcán Paricutín sepultó pueblos enteros, pero ocurrió algo inexplicable: El flujo de lava, que destruyó todo a su paso, se detuvo “milagrosamente” justo ante el altar mayor del antiguo templo. Hoy, ver la torre de piedra y el altar resistiendo entre un mar de roca volcánica negra es un paisaje surrealista y único en el mundo. 📸
⛪ El Nuevo Santuario: Un Libro Abierto de Fe Tras el éxodo, el pueblo fundó su nuevo hogar y levantó el actual Santuario del Señor de los Milagros, un recinto imponente diseñado para recibir a las multitudes. Al entrar, levanta la vista y mira las paredes laterales: están tapizadas de piso a techo con retablos y exvotos 🖼️. Son miles de pequeñas pinturas y cartas dejadas por fieles de todo el mundo, narrando historias visuales de gratitud. El templo no es solo un edificio; es un archivo vivo de milagros concedidos.
✅ Nuestra Recomendación: Combina tu visita. Primero recorre las ruinas entre la lava para sentir la fuerza de la naturaleza, y luego visita el nuevo santuario para admirar los retablos y la arquitectura que resguarda la imagen original. ¡Es un contraste impactante!
