Capilla del Calvario

La cumbre de la fe y el misterio purépecha

Situada majestuosamente en la parte poniente de la ciudad, sobre una preeminencia del Cerro del Estribo Grande, la Capilla del Calvario domina el paisaje de Pátzcuaro. Su ubicación es estratégica, su arquitectura es histórica y su leyenda es profunda.

La Leyenda de Tariacuri y la Yácata La tradición más fascinante ligada a este sitio la documenta el historiador Manuel Toussaint: la Capilla se levantó, según la creencia, sobre una antigua yácata (plataforma ceremonial o tumba prehispánica) que contenía los restos de Tariacuri, el destacado jefe purépecha que unificó el imperio Tarasco. Aunque no está confirmado, esta leyenda subraya el sincretismo religioso de la zona: un lugar sagrado para los purépechas se convierte en un lugar sagrado para el cristianismo.

Fundación y Arquitectura (Siglos XVII y XIX) La capilla fue construida por devoción y a costo de Fray Marcos Ramírez de Prado, entonces Obispo de Michoacán, y fue terminada en 1666, fecha que se conserva en una inscripción en el cubo de la torre. A principios del siglo XIX, el templo recibió importantes mejoras:

• Torre: Se le agregó un cuerpo a la torre (para albergar las esquilas) y se le instaló una veleta.

• Interior: El interior se redecoró por completo. Se pintó el friso, se creó un altar mayor en perspectiva y se adquirieron valiosas imágenes, incluyendo una escultura de Jesucristo, la Santísima Trinidad y el Señor del Desmayo.

• Calzada: En 1831 se terminó la calzada de 200 varas de largo, un camino monumental que facilita el ascenso al templo.

✝️ El Final del Vía Crucis La ubicación del Calvario en una colina cercana a la población es típica de las capillas con esta advocación. El sitio marca el punto final de la ruta del Vía Crucis de Pátzcuaro, que inicia en la Iglesia de San Francisco. A lo largo de la calle que sube, se encuentran los nichos que señalan las estaciones para la peregrinación, culminando en la crucifixión de Cristo en este templo.

Devoción y Fiesta La capilla está consagrada a la Virgen de Dolores, cuya fiesta se celebra el viernes anterior al Viernes Santo, atrayendo a numerosos fieles y marcando uno de los momentos más importantes de la Cuaresma en Pátzcuaro.