Aniversario luctuoso de Tangaxoan II

14 de Febrero: Memoria y Honor al Último Cazonci

Mientras gran parte del mundo celebra el Día del Amor y la Amistad, en Pátzcuaro el 14 de febrero tiene un significado mucho más profundo y solemne. Es el día en que la región se detiene para honrar la memoria de Tangáxoan Tzíntzicha (Tangáxoan II), el último gobernante del Imperio Purépecha, injustamente ejecutado en 1530.

¿Quién fue el último Cazonci? Tangáxoan II asumió el trono en 1521, en un momento crítico tras la muerte de su padre, Zuanga, a causa de la viruela traída por los europeos. Su nombre tiene significados poderosos: “El de los buenos dientes” y “Hombre que edifica fortalezas”. Como Cazonci, no solo era el líder político y jurídico, sino el representante divino en la tierra de Curicaueri, el dios del fuego y la guerra. Sus responsabilidades iban desde convocar a la batalla hasta tributar leña para el fuego sagrado e impartir justicia.

El Pacto y la Traición Ante la llegada de los españoles liderados por Cristóbal de Olid en 1522, y conociendo el trágico destino de los mexicas en Tenochtitlán, Tangáxoan tomó una decisión estratégica: pactar la paz para salvar a su pueblo de la aniquilación total. Logró mantener cierta autonomía y conservar tierras, evitando un baño de sangre inmediato.

Sin embargo, la historia dio un giro oscuro con la llegada de Nuño de Guzmán, un conquistador conocido por su crueldad. En 1529, acusó falsamente al Cazonci de:

• Mantener su antigua religión en secreto.

• Alentar la desobediencia.

• Dar muerte a españoles.

El Martirio Tras un juicio sumario e injusto, Tangáxoan II fue condenado a muerte. El 14 de febrero de 1530, fue arrastrado por un caballo, estrangulado y finalmente quemado en la hoguera. Su muerte no fue en vano: encendió la llama de la resistencia liderada por su hija, la princesa Eréndira.

🕯️ La Ceremonia Actual Cada 14 de febrero, la historia cobra vida. El Consejo Purépecha, junto con representantes de las comunidades indígenas y el gobierno de Pátzcuaro, realizan una solemne ceremonia cívica. El punto de encuentro es el Monumento a Tangáxoan II, donde se montan guardias de honor, se colocan ofrendas florales y se pronuncian discursos que recuerdan que el legado purépecha sigue vivo y resistente.

Ubicación del evento: Glorieta de Tangáxoan II.